Ha terminado su búsqueda en China para encontrar el significado del zen venido del oeste.
Navegando sobre una distancia de diez mil li una caña vuelve.
Mirando con alegría el tempo bajo el monte Daishakuten,
El árbol seco en la roca fría abre también su flor.

Una distancia de diez mil li equivale a 4 kilómetros aproximadamente, pero hablando en general diez mil li tiene el significado de ‘una gran distancia’.

Zazen es como un árbol seco en el bosque frío. Pero gracias a la postura es posible realizar la verdadera actividad.

En la vida cotidiana podemos crear una verdadera sabiduría; la vida cotidiana se vuelve zazen. Como lo expresa el Hannya Shingyo: ku soku ze shiki, shiki soku ze ku. Con la continua experiencia sensorial y el cúmulo de conocimientos nuestra vida cotidiana se complica, igual que nuestra consciencia. Pero a través de zazen shiki, los fenómenos se vuelven ku, vacío. Cada una de nuestras experiencias puede transformarse en sabiduría.

El árbol seco abre su flor sobre la roca fría. Ku soku ze shiki.

El zen venido del oeste. Aquí el término oeste representa a la India y el este a China y Japón. El budismo nació en la India, y luego pasó a China. Para los japoneses y los chinos la India se relacionaba con la civilización europea. Hace dos mil años y más, la India era una civilización gloriosa y fuerte, pero con el paso del tiempo decayó, y el budismo perdió allí su influencia hasta desaparecer, debido a un conjunto variado de razones, principalmente la vuelta del brahmanismo, que recobró su ascendiente, la falta de apoyo de las élites en el poder y las invasiones de los hunos y musulmanes.

Sobre una distancia de diez mil li la caña vuelve. La caña representa un barco – los barcos en aquella época se veían como cañas volando encima del agua. En el viaje de China a Japón en barco se pasa delante del monte Daishakuten, nombre relacionado con Indra, una antigua divinidad hindú que en la mitología del budismo se le da el papel de dios del cielo y protector del Buda histórico.

En el centro de los templos chinos y japoneses se pueden encontrar representaciones de numerosas divinidades protectoras. En el monte Daishakuten hay un templo precioso donde los viajeros rezaban pidiendo llegar bien a su destino. En la época de Daichi había mucho movimiento de monjes entre China y Japón, y recordemos que este último pasaba por un difícil periodo plagado de guerras civiles.

En la roca japonesa el árbol seco produce flores magníficas y el budismo se expande con zazen. Aunque la vida que llevaba no era fácil, el maestro Daichi siempre llenaba sus poemas de fe en lo presente y esperanza en el futuro. Expandía la fe –no en divinidades– sino la fe en la acción del hombre verdadero, la persona verdadera.

 

Ahora vienen tres poemas, 71, 72 y 73, dirigidos los tres al maestro Kosen del templo de Koji-ji. Éste fue un monje rinzai, que viajó a China en 1313 y a su regresó a Japón vivió en los templos de Gensho-ji en Kamakura y despúes en Koji-ji en Kyoto, uno de los templos rinzai más famosos, realmente muy lindo, que el maestro Kosen llegó a dirigir. Fue también amigo del famoso Muso Kokuchi, igualmente rinzai, maestro nacional del emperador. En aquella época en Japón eran los monjes rinzai quienes tenían poder en el entorno del emperador, los monjes soto eran más salvajes, vamos a decir. También fue amigo del maestro Daichi.