Ayer al final del zazen pensaba en la suerte que he tenido por no dudar de mi maestro, y hoy al ver este poema se nota que Daichi no tenía ninguna duda de la trasmisión. Esta no-duda es un punto importante pero no todo el mundo vive su práctica de esta manera, es decir, siendo uno con la enseñanza sin enredarse, no yendo a buscar las ramas, sino yendo directamente a la raíz. Pero la sociedad en que vivimos es superficial y, desgraciadamente, esa superficialidad nos influye.

 

El buda Vairocana está en el asiento del loto,
En el cielo y en el mundo de los hombres, él (Keizan) camina solo, con dignidad,
Atravesando de arriba abajo el ketsumyaku de los siete budas del pasado
Incluso los budas Shakyamuni y Maitreya son sus descendientes.

Es un poema sobre el ketsumyaku, sobre la transmisión y sobre Keizan. Daichi de joven fue discípulo de Keizan (1268-1325), a quien tenía un profundo respeto. Sobre él escribió unos doce poemas. Finalmente recibió la trasmisión de Meiho Sotetsu.

Vairocana sentado en el asiento del Loto; Vairocana es el buda solar, cósmico. La trasmisión de maestro a discípulo pasa a través de él. Los sutras Kegon, llamados en sánscrito Avatamsaka, Bonmo y Dainichi hablan de este buda.

En el Zen el sutra Bonmo es muy importante. Cuando hago las ceremonias de ordenación leo partes del sutra Bosatsu Kai Gyon, el sutra de los preceptos, los kai. En el budismo Mahayana es universalmente reconocido como el modelo de conducta del bodhisattva. Los diez kai esenciales del bodhisattva son seguidos después de otros cuarenta y ocho preceptos.

Entonces, en el curso de la ceremonia, cuando oyen citar los preceptos, los discípulos tanto nuevos como antiguos responden “si, si, si” a cada precepto. Incluso si se desvanece en el Cosmos, este “si, si, si” ha estado presente en nuestro cuerpo y en nuestra mente.

En el momento de la ordenación el maestro pone su kesa sobre los dos hombros, lo que significa que él es el representante de Buda. Aunque él es quien firma los ketsumyaku y los rakusu, el maestro no da la ordenación en su propio nombre. Los monjes y los bodhisattvas se convierten en hijos de Buda, sus descendientes, como el maestro. No hay nada individual, perteneciente al yo personal.

En el sutra Bonmo (el sutra de la red de Brahma) se dice que el buda Vairocana está presente en el mundo sentado sobre un pedestal de loto, que es el Cosmos entero. Es un símbolo muy potente, difícil de entender. Este loto vasto e inmenso está rodeado de miles de flores de loto, cada flor representa un mundo de los millones de mundos que hay. En cada uno aparece un buda Sakyamuni, todos sentados bajo un árbol de la bodhi. La matriz de todos ellos es el cuerpo original del buda Vairocana. Nuestro mundo es solo uno de los miles de flores de loto, donde ha nacido el Buda Sakyamuni. Es el sutra Bonmo Kyo, traducido del sánscrito al chino por Kumarajiva en el año 466. (Los sutras Bonmo, Kegon y Dainichi explican el sistema cósmico de una forma figurada, literaria y poética).

 

El Bon de Bonmo designa a Brahma. En la filosofía de la India, en los Vedas y Upanishad, las escrituras sagradas del hinduismo tradicional que llega hasta nuestros días, Brahma es el ser supremo. El Buda negó tal concepto y esa es una de las razones por las que el budismo no prosperó en la India. El budismo no reconoce a un ser supremo o Dios, sino que describe el orden cósmico, la verdad cósmica. En esto el hinduismo y el budismo son distintos. En el budismo Mahayana se reconoce al buda histórico pero lo que cuenta es la Naturaleza de buda, que todos tenemos. El budismo Mahayana se desarrolló en China, Corea y Japón. Ahora China es comunista y el budismo se desarrolla en Europa, en EEUU, en América Latina.

En Japón la mayoría de los monjes vienen del linaje del ketsumyaku de Keizan, que después se dividió en dos ramas, una con Meiho Sotetsu y otra con Gazan, ambos discípulos de Keizan. Kodo Sawaki pertenece al linaje de Meiho Sotetsu.

Podéis estudiar vuestro ketsumyaku. En el ketsumyaku figura el pulso de la sangre que corre de un maestro a otro, de un buda a otro. Vairocana, el buda cósmico o buda solar, es la bomba que impulsa la sangre que llega hasta nosotros. Si observáis vuestro ketsumyaku los nombres de los patriarcas y los maestros están escritos en una línea roja que simboliza la sangre. La línea roja continúa hacia vuestro nuevo nombre de ordenación y vuelve a Sakyamuni. Así realiza un círculo sin interrupción. Cada nuevo discípulo aumenta su perímetro; continúa, continúa sin duda, sin dualidad, esto es importante.

Extiendo el ketsumyaku delante de los siete budas del pasado y de Maitreya, el buda del futuro. De Shakyamuni a Maitreya todos los budas serán sus descendientes. Keizan mismo es el buda Sakyamuni, igual que vosotros mismos sois el buda. Satisfechos en el tiempo exacto de ahora, buda existe en nosotros mismos. Debemos encontrar la Naturaleza de buda en todas las existencias, en todos los seres vivos, esta es la transmisión de Vairocana.