Una sola voz, un grito
La luna de las cuatro de la mañana
Sobre la almohada, aquí y ahora
¿Por qué nadie puede despertarse de su sueño?

 

Es la conclusión de un poema del maestro Daichi sobre el satori del Buda. El sueño -a veces para algunos una pesadilla-, la ilusión.

La noción de ilusión es la raíz de la enseñanza del Buda. No existimos como entidad individual, sólo somos el producto de causas y efectos que se manifiestan en un conglomerado de materia y consciencia.
El origen es ku, ‘vacuidad’ pero también manifestación de todas las posibilidades. En otros poemas Daichi dice que con su enseñanza el Buda ha trastornado el universo. Ahora viene la pregunta ¿por qué hacemos zazen? ¿es que cada individuo que hace zazen quiere ir hacia la conclusión de realizar que somos un producto de la ilusión? La mayoría de nosotros hacemos zazen para algo: porque mejora nuestra salud, porque nos ayuda a enfrentarnos a los fenómenos de la vida, porque tenemos fe en el budismo… hay una multitud de razones, pero todas tienen todavía una meta ilusoria. Es por esto que Kodo Sawaki decía que zazen es algo que daña a uno mismo.

Uno de los aspectos del satori de Buda es este punto de despertarse al hecho de que todo es ilusión. Despertarse y también realizar la ilusión. Realizar la ilusión es emanciparse del nacimiento y de la muerte, emanciparse de los movimientos de aparición y desaparición. Con esta emancipación no hay más sufrimiento, cesa el apego, el yo que sufre, el yo que quiere, desaparece. Es el nirvana. Nirvana realizado. Nirvana vivo. Con el poder de la mente no es posible realizarlo, con él solo podemos ir de nociones a nociones y continuamos en la ilusión. El cambio es una necesidad del abandono, el abandono de su propia ilusión, de lo que nos hace movernos aquí y allá, el abandono del “yo”, del ego.

La vida es una representación, muchas veces una representación que nos hace sufrir. Si el sufrimiento mental es fuerte, el sufrimiento físico es aún más fuerte.

Hay una película antigua francesa en blanco y negro que se llama La grand ilusion, sobre las huellas del sufrimiento de una guerra, la huella del sufrimiento individual por la guerra. Entonces, gracias a zazen, con los méritos de zazen, podemos pacificar nuestra mente, aprender a realizar la ilusión. Podemos pacificar nuestra mente. El esfuerzo del bodhisattva es el de ayudar a pacificar la mente de los demás.

Kodo Sawaki, en sus comentarios del Shodoka, habla del poder de la gran rueda del Dharma que gira y en su camino aplasta a todas las ilusiones. Tenemos que subir y mantenernos en esta magnífica rueda del Dharma. No hacer zazen únicamente para uno mismo, sino comprender que la razón de zazen es aplastar las ilusiones y al mismo tiempo aplastar el sufrimiento. Es el significado de las cuatro nobles verdades.