SHOAKU MAKUSA: LOS SIETE BUDA, PRECEPTOS UNIVERSALES

SHOAKU MAKUSA: LOS SIETE BUDA, PRECEPTOS UNIVERSALES

 

El Buda eterno dijo:

No cometer el mal,
Practicar el bien,
De forma natural purificar la mente,
Es la enseñanza de los Buda.

Esta enseñanza, precepto universal de los Patriarcas ancestrales (los siete Buda) se transmitió auténticamente desde los primeros Buda hasta los últimos Buda, y los últimos Buda recibieron esta enseñanza de los primeros Buda.

No viene solamente de los siete Buda: es la enseñanza de todos los Buda. Debemos de considerar este principio y estudiarlo en la práctica.
Estas palabras del Dharma de los siete Buda tendrán siempre el sonido de las palabras de los siete Buda.

Lo que está transmitido íntimamente es sólo la clarificación de la verdadera situación aquí y ahora. Es la enseñanza de los Buda; es la enseñanza, la práctica y la realización de cientos, miles y decenas de miles de Buda.

Ahora que estamos discutiendo sobre el mal: entre el bien, el mal y la indiferencia, existe el mal.
Su esencia es solamente MU SHO: no nacido (no aparición).

La esencia del bien y la esencia de la indiferencia, también son MU SHO, son el estado sin excedente (fuga) y son la verdad.

En el mismo instante, en cada lugar, estas tres propiedades incluyen infinitas clases de Dharma. Existen semejanzas y diferencias entre el mal en este mundo y el mal en otros mundos. Existen semejanzas y diferencias entre la época actual y los tiempos pasados. Existen semejanzas y diferencias entre el mal arriba en los cielos y el mal en el mundo de los hombres. Existen diferencias aún mayores entre el Budismo y el mundo ordinario, a propósito de la moraleja del mal, de la moraleja del bien y de la moraleja de la indiferencia.

El bien y el mal son el tiempo; el tiempo no está bien o mal.

El bien y el mal son el Dharma; el Dharma no está bien o mal.

Cuando el Dharma está en equilibrio, el mal está en equilibrio.

Cuando el Dharma está en equilibrio, el bien está en equilibrio.

Así las cosas, cuando estudiamos Anutarra-Samyak-Sambodhi (1), cuando escuchamos las enseñanzas, cuando nos entrenamos y cuando experimentamos el efecto, es profundo, es lejano y es bonito.

Oímos hablar del supremo estado de la Bodhi (2), a veces siguiendo buenos consejos y a veces siguiendo Sutra.
Al principio, su sonido es “No hagáis el mal.”

Si no suena como “no hagáis el mal”, no es el verdadero Dharma del Buda, y puede ser que sea la enseñanza de los demonios.

Recordad que las enseñanzas que suenan como “no hagáis el mal”, son el verdadero Dharma del Buda. La enseñanza “No hagáis el mal” fue iniciada sin intención, y luego el hombre ordinario la mantuvo intencionadamente en su forma actual: cuando oímos una enseñanza que se vuelve enseñanza de Bodhi de forma natural, suena así.

Lo que suena así, es el discurso del supremo estado de Bodhi en palabras. Ya es el discurso de Bodhi y así enseña Bodhi.

Cuando se revela el discurso del supremo estado de la Bodhi y cuando estamos cambiando, cuando lo oímos esperamos no cometer el mal, continuamos promulgando no cometer el mal, y el mal sigue sin cometerse; en esta situación, el poder de la práctica se realiza en el instante.

Esta realización ocurre a escala planetaria, en el mundo entero, en la totalidad del tiempo y la totalidad del Dharma.

La dimensión de la realización, es la dimensión de no cometer.

Para el hombre de “aquí y ahora”, en el momento exacto de aquí y ahora (incluso si vive en un lugar o va a un sitio donde se podría cometer el mal, incluso si se enfrenta a circunstancias en que podría hacer el mal e incluso si se mezcla con amigos que cometen el mal) el mal no puede cometerse en absoluto. El poder de “no cometer” está realizado y, así, el mal no puede expresarse y carece de herramientas para establecerse.

Existe el método Budista de coger en el instante y soltar en el instante. Exactamente en este instante, sabemos que el mal no viola al individuo y que el individuo no destruye al mal (3).

Cuando nos concentramos con todo el espíritu en la práctica, cuando nos concentramos con todo el cuerpo en la práctica, hay ochenta o noventa por ciento de posibilidades de no cometer el mal justo antes del momento de hacerlo, y existe el hecho de no haberlo cometido justo detrás del cerebro.

Cuando practicáis recogiendo vuestro propio cuerpo-espíritu, y cuando practicáis recogiendo el cuerpo-espíritu de ninguna persona, el poder de practicar con los cuatro elementos (4) y los cinco agregados (5) está realizado en el instante, pero los cuatro elementos y los cinco agregados no contaminan el ego (6)
Todas las cosas que aparecen, incluso los cuatro elementos y los cinco agregados de hoy, llevan con ellas la práctica de la Vía; y el poder que tienen los cuatro elementos y los cinco agregados como práctica del momento presente hacen que los cuatro elementos y los cinco agregados sean la práctica.

Cuando practicamos, las montañas, los ríos y la tierra y el sol, la luna y las estrellas practican también; y viceversa: las montañas, los ríos y la tierra y el sol, la luna y las estrellas hacen que practiquemos. Nos damos cuenta.

No es un único ojo que se abre una vez, sino varios vigorosos ojos que se abren muchas veces (7). Porque en los momentos en que los ojos están abiertos, hacen que los Buda y los Patriarcas practiquen, hacen que escuchen las enseñanzas y experimenten los efectos. Nunca los Buda y los Patriarcas han corrompido las enseñanzas, la práctica o la experiencia. Y las enseñanzas, la práctica y la experiencia nunca han creado obstáculos a los Buda y los Patriarcas. Por esta razón, cuando las enseñanzas, la práctica y la experiencia obligan a los Buda y a los Patriarcas a practicar, nunca huyen antes del momento o después del momento, en el pasado, en el presente o el futuro.

Si a lo largo de las doce horas estamos caminado, de pie, sentados o tumbados, debemos considerar con atención el hecho de que cuando hay seres humanos que están transformándose en Buda o en Patriarca, nosotros también participamos en su realización aunque este devenir no interfiere en el estado de Patriarca budista que siempre hemos tenido.

Cuando nos convertimos en Patriarca budista, no destruimos seres vivos, ni perdemos ni disminuimos nuestro estado.

Practicando, desencadenamos el bien y el mal; pero eso no significa molestar o provocar intencionadamente causas y efectos.

A veces, es el Karma el que nos hace practicar.

El estado en el cual el carácter original de estas causas-efectos (Karma) ya se ha vuelto visible es no-cometer y es el estado de MU SHO (no nacido, no aparición) y el estado de MU JO (no permanente, no confuso, no caído) por que en ese estado rechazamos el cuerpo y el espíritu (8).

Cuando lo consideramos de esta forma, el mal se ha vuelto completamente idéntico a no-cometer. Ayudados por esta comprensión, podemos ver directamente el hecho de no-cometer-el-mal y llevarlo a cabo sentados en Zazen sin dudar.

Exactamente en este momento, cuando nos damos cuenta de la realidad de no cometer el mal, al principio, en el medio y al final, el mal no nace del Karma; no hay nada más que no-cometer.

El mal no se escapa por el Karma; sólo que no hay otra cosa que el no-cometer.

Cuando el mal está en equilibrio, todos los Dharma están en equilibrio.

Los que reconocen que el mal nace del Karma, de las causas y de las condiciones pero no se dan cuenta de que el Karma y ellos mismos son la realidad de no-cometer, son personas que dan lástima.

Las semillas de la Naturaleza de Buda nacen del Karma, y así el Karma nace de las semillas de la Naturaleza de Buda.

No es que el mal no exista, sólo que no hay otra cosa que no-cometer.

El mal no es inmaterial, sólo es no-cometer.

El mal no es material, sólo es no-cometer.

El mal no es no-cometer, sino que no hay otra cosa que no-cometer.

Igual que los pinos en primavera, que no tienen intención de existir o no existir: son no-cometer.

Igual que el crisantemo en otoño no tiene la intención de existir o no existir: es no-cometer.

Los Buda no tienen la intención de existir o no existir: son no-cometer.

Cosas como un pilar fuera, una linterna de piedra, un Hotsu, un bastón no son ni existencia ni no existencia, sólo son no-cometer.

El ego no es ni existencia ni no existencia , es no-cometer.

Estudiando así en la práctica, el Universo está completo y es la realización Universal. Lo consideramos desde el punto de vista del sujeto y lo consideramos desde el punto de vista del objeto.

Cuando practicamos así, incluso el arrepentimiento por el ‘he hecho algo que no habría debido hacer’ no es nada más que la energía que nace del esfuerzo de no-cometer.

Pero si, para nosotros, el sentido de no-cometer fuera que podemos hacer el mal de forma intencionada, sería como andar hacia el norte cuando queremos ir hacia el sur.

La relación entre el mal y no-cometer no es sólo ‘un pozo mirando a un burro’ (9), sino también un pozo mirando a un pozo, un burro mirando a un burro, un ser humano mirando a un ser humano y una montaña mirando a una montaña.

Porque existe el principio de armonía mutua, el mal está no-cometido.

“El verdadero cuerpo del Dharma del Buda,
Es exactamente como el espacio.
Manifiesta su forma según las cosas,
Tal como la luna que se refleja en el agua (10)».

Porque no-cometer existe en armonía con las cosas, no-cometer tiene una forma manifiesta.

‘Es exactamente como el espacio’, es aplaudir con la mano izquierda y aplaudir con la mano derecha.

‘Es como la luna que se refleja en el agua’ y el agua limitada por la luna (11).

Tales casos de no-cometer son la realización de la realidad que nunca debería ser puesta en duda.

‘Poner en práctica las numerosas cosas buenas’. Estas cosas pueden estar clasificadas en tres clases (12), como ‘bien’.

Incluso si las muchas cosas buenas están incluidas en el ‘bien’, no existe ningún bien que esté realizado con antelación y que espere hasta que alguien lo haga.

No hay nada dentro de las numerosas cosas buenas que falte por aparecer en el instante exacto de hacer el bien.

Las numerosas cosas buenas no tienen un estado fijo, pero confluyen en el lugar donde se hace el bien con más velocidad que el hierro es atraído por el imán y con una fuerza superior a los vientos de Vairambhaka.

Es completamente imposible para la Tierra, las montañas, los ríos, el mundo, un país o incluso para la fuerza acumulada del Karma, impedir esta reunión con el bien.

Del mismo modo, es evidente que el reconocimiento del bien y del mal es relativo, difiere según los mundos.

Lo que puede ser reconocido como el bien se llama “bien”, y ese es el estilo de los Buda de los tres tiempos que enseñan el Dharma.

La similitud que tienen es que su enseñanza del Dharma cuando están en el mundo es solamente temporal. Porque su vida y su cuerpo siguen también dependiendo del instante, enseñan el Dharma, que es sin distinción (13)

Entonces, aparece la situación del bien como un carácter de las devociones (como el budismo de la tierra pura) o como carácter de la práctica del Dharma, que aunque están alejados el uno del otro, no son dos cosas distintas.

O, por ejemplo, aparece la toma de los preceptos (14) por un Sravaka (monje Hinayana), siendo la violación de los preceptos por un Bodhisattva (monje Mahayana).

Las numerosas cosas buenas no nacen de las causas y efectos, y no desaparecen por las causas y efectos.

Las numerosas cosas buenas son los verdaderos Dharma, pero los verdaderos Dharma no son las numerosas cosas buenas.

Las causas y efectos aparecen y desaparecen, y las numerosa cosas buenas son semejantes en eso: si son correctas al principio, son correctas al final.

Las numerosas cosas buenas son practicar el bien, pero nunca pertenecen a la persona que las hace, ni son conocidas por la persona que las hace y tampoco son de los demás, ni conocidas por los demás.

En cuanto al conocimiento y a la visión de uno mismo o de los demás, en el conocimiento existe “uno mismo” y “los demás”, y en la visión existe “uno mismo” y “los demás”, y así ojos individuales vigorosos existen en el sol y en la luna.

Este estado es hacer el bien mismo.

En el mismo instante de hacer el bien, el Universo realizado existe, pero no es la creación del Universo, y no es la existencia eterna del Universo. Aún menos podríamos llamarlo “la práctica original” (15).

Hacer el bien es el buen hacer, pero no es algo que podemos imaginar intelectualmente.

El buen hacer en el presente es un ojo vigoroso, pero está más allá de las consideraciones intelectuales. Los vigorosos ojos no están llevados a cabo por la meta de considerar al Dharma de forma intelectual. La consideración a través de vigorosos ojos nunca es idéntica a la consideración a través de otras cosas.

Las numerosas cosas buenas están más allá de la existencia y de la no existencia, de lo material y lo inmaterial, etcétera; no son otra cosa que hacer el bien. Estén o no bien realizadas, son sin excepción hacer el bien. Este hacer el bien, inevitablemente, incluye las numerosa clases de bien.

La realización de “hacer el bien” es el Universo en sí mismo, pero está más allá de aparecer o desaparecer, y está más allá de las causas y condiciones.

Entrar, quedarse, dejar y otros ejemplos de hacer el bien son también así.
En el lugar donde estamos ya actuando, haciendo el bien, un bien sencillo dentro de los numerosos tipos de bien, el Dharma entero, todo el cuerpo, la tierra verdadera, están todos representados haciendo el bien.

Del mismo modo las causas y efectos del bien (el buen Karma) es el Universo que realiza el bien.

No es que las causas sean antes y los efectos después. Más bien, las causas cumplen perfectamente con ellas mismas y los efectos cumplen perfectamente con ellos mismos; cuando las causas están en equilibrio, el Dharma está en equilibrio y cuando los efectos están en equilibrio, el Dharma está en equilibrio.

Esperados por las causas, los efectos se sienten pero no importa el antes y el después; porque la Vía está presente, el momento antes o el momento después están en equilibrio tal como son.

Código de vida de un Samurai

Cuando alguien viene, le acoges,
Cuando se va, le acompañas.
Si se enfrenta a ti, muéstrate conciliador
No hay nada irreconciliable en el mundo.
Distinguir el bien real del irreal:
Discernir también todo lo que la sombra disimula.
Cuando se trata de grandeza,
Transciendes el Universo.
Cuando se trata de pequeñez,
Entras en los polvos minúsculos.
Vivificas o matas según las circunstancias.
Cambias según los momentos.
Que tu espíritu permanezca tranquilo frente a los asuntos del mundo.

El significado de “purificar la mente de forma natural” es el siguiente: lo natural es no-cometer y lo purificador es no-cometer. ‘Las cosas tal como son’(16) es natural y la mente intencional es natural. ‘Las cosas tal como son’ es no-cometer y la mente es no-cometer. La mente es hacer el bien, lo que purifica es hacer el bien, ‘las cosas tal como son’ es hacer el bien, y lo que es natural es hacer el bien. Se dice que esto es “la enseñanza de los Buda”.

Los llamados “Buda” son en algunos casos idénticos a Shiva (17), pero en apariencia tienen similitudes y diferencias a Shiva, y además no todos los Shiva son Buda.

Los Buda son en algunos casos como los reyes Cakravarti18, pero no todos los reyes Cakravarti son Buda.
Debemos considerar hechos idénticos a estos y estudiarlos en la práctica.

Si no aprendemos como podrían ser los Buda, incluso si soportamos dificultades sin respuesta, somos sólo seres ordinarios que aceptan el sufrimiento, no estamos practicando la Vía del Buda.
No-cometer y hacer el bien son “asuntos de burros que no desaparecen y asuntos de caballos que entran (19)”.

Haku Kyo-i, en la China de la época Tang, era un discípulo laico del maestro Zen Bukko Nyoman (20) y un discípulo de la segunda generación del maestro Zen Kosei Daijaku (Baso). Cuando era gobernador, practicaba Zazen con el maestro Choka Dorin (21)

Kyo-i preguntó: “¿Cuál es la gran intención del Dharma del Buda?” Dorin contestó: “No cometer el mal, practicar las numerosas cosas buenas.” Kyo-i replicó: “Si es así, incluso un niño de tres años puede expresarlo.” Y Dorin sentenció: “Un niño de tres años puede decir la verdad, pero un hombre mayor de 80 años no puede practicarla.” Instruido de esta forma, Kyo-i se prosternó para dar las gracias y se fue.

Descendiente del gran general Haku Shingon, Kyo-i es un genio de la poesía de una altura difícil de encontrar a través de los tiempos. Está considerado dentro de los veinticuatro grandes hombres de letras. Lleva el nombre de Manjusri o de Maitreya. Su sensibilidad poética es escuchada en todas partes y nadie deja de rendir homenaje a su autoridad en el mundo de la poesía. A pesar de esto, en el Budismo es un principiante y un aprendiz.

Además, parece que ni en sueños ha captado el sentido de “no hacer el mal. Practicar las numerosas cosas buenas”. Kyo-i pensaba que Dorin sólo le decía: “¡No hagas el mal!, ¡realiza las numerosas cosas buenas!” a través del reconocimiento de la intención consciente. Entonces, nunca supo que la verdad de la enseñanza impartida por los que están honrados por el tiempo de no estar cometiendo el mal o de la acción buena, ha existido en el budismo desde el pasado eterno hasta el presente eterno. No ha puesto ni un pie en el área del Dharma del Buda. Por eso habla así. Incluso si amonestamos contra la acción intencional del mal, incluso si animamos a una práctica deliberada del bien, esto debe existir en la realidad de no-cometer.

En general, el Dharma del Buda es siempre lo mismo: lo que oímos por primera vez con un buen guía o lo que experimentamos en el estado del despertar, que es el último efecto de la enseñanza.

Se llama correcto al principio y correcto al final, se llama la causa maravillosa y el efecto maravilloso y se llama causa Budista y efecto Budista. Las causas y efectos en el Budismo están más allá de las discusiones o las teorías, tales como la maduración diferente o las corrientes iguales (22); así las cosas, sin causas budistas no podemos experimentar efectos budistas. Porque Dorin habla de esta verdad, posee el Dharma del Buda.

Incluso si el mal impregna el Universo entero y se traga todo el Dharma una y otra vez, sigue existiendo salvación y liberación en no-cometer.

Porque las numerosas clases de bien son bien al principio, bien en el medio y bien al final (23); ‘actuar bien’ ha realizado la naturaleza, la forma, el cuerpo y la energía, y así sucesivamente (24).

Kyo-i nunca recorrió estos caminos, pues dijo: “Incluso un niño de tres años puede expresar esto”. Habla así sin tener capacidad para expresar la verdad. ¡Qué lástima das, Kyo-i! ¿Qué estás diciendo? Si no conoces las costumbres del Buda, ¿como podrías conocer las de un niño de tres años? ¿Conoces o no conoces la realidad de un recién nacido? El que conoce a un niño de tres años, conoce también a los Buda de los tres tiempos. ¿Cómo podría conocer a un niño de tres años alguien que nunca ha conocido a los Buda de los tres tiempos? No piensas que encontrar cara a cara es conocer. No piensas que sin encontrar cara a cara no se puede conocer.

Alguien que ha llegado a conocer una sola partícula, conoce todo el Universo, y alguien que ha atravesado un Dharma verdadero, ha atravesado las miríadas de Dharma.

Alguien que no ha atravesado las miríadas de Dharma, no ha atravesado un Dharma verdadero.

Cuando los estudiantes avanzados están llegando al final, ven las miríadas de Dharma y ven un único Dharma verdadero; entonces, los que estudian una sola partícula, inevitablemente estudian todo el Universo. Pensar que un niño de tres años no puede hablar del Dharma del Buda y pensar que lo que dice debe ser muy fácil, es totalmente estúpido. Porque la clarificación de la vida y de la muerte es la gran resolución de los budistas.

Un maestro del pasado dijo: “En el momento inmediato de tu nacimiento, ya tienes una parte del rugido del león (25)”. “Una parte del rugido del león” significa la virtud del Tathagata de hacer girar la rueda del Dharma o el giro mismo de la rueda del Dharma.

Otro maestro del pasado dijo: “Vivir y morir, ir y venir, son el verdadero cuerpo humano”.

Así pues, clarificar el cuerpo verdadero y tener la virtud del rugido del león realmente puede ser el gran asunto, que nunca será fácil. Por eso, la clarificación de los motivos y de las acciones de un niño de tres años son también el gran asunto.

Ahora, existen diferencias entre los motivos y las acciones de los Buda de los tres tiempos y los de los niños; es por eso que Kyo-i, con su estupidez, nunca ha sido capaz de oír a un niño de tres años hablar de la Vía, y habla de esta forma porque nunca ha sospechado que pudiera existir un niño de tres años que hablara de la Vía.

No oye la voz de Dorin, más viva que los truenos, así que dice: “Incluso un niño de tres años puede decir eso”, como para dar a entender que el mismísimo maestro Dorin no sido capaz de expresar la Vía con sus palabras. Entonces Kyo-i no oye el rugido del león de un niño y pasa vanamente de largo del maestro Zen que hace girar la rueda de la Ley.

Incapaz de contener su compasión, el maestro Zen continúa diciendo: “Un niño de tres años puede hablar de la verdad, pero un hombre mayor de ochenta años no puede practicarla”. Lo que estaba diciendo es esto: Un niño de tres años tiene las palabras que expresan la Vía y usted debe investigarlo profundamente.

Un viejo hombre de ochenta años dice: ‘No puedo practicarlo’ y usted debe considerarlo con cuidado.

Le dejo decidir si un niño habla de la Vía, pero no dejo al niño decidirlo.

Le dejo decidir si un hombre mayor puede practicar, pero no dejo al hombre mayor decidirlo (26).

Es el principio fundamental a perseguir, a enseñar y a honrar del Dharma del Buda.

 

*Dogen Zenji – Enseñanza a la Sangha en el templo de Kosho-horin ji, en la tarde de la luna llena, en el segundo año de Edo (1240).

 

NOTAS:

1 El supremo Satori de Zazen que alcanzó el Buda Shakyamuni bajo el árbol de la Bodhi.

2 Satori, despertar.

3 Una persona no esta sometida al mal y el mal no esta sometido a una persona. El mal y un hombre no están obligado de tener relación, existen independientemente uno de otro. Podemos estar haciendo el mal un instante y podemos soltarlo también en un instante.

4 Con el cuerpo.

5 Con la actividad mental.

6 Automáticamente, el cuerpo de deseo y las complicaciones de la mente no se manifiestan: estamos tranquilos.

7 Practicar la Vía no significa alcanzar una conciencia única, practicar la Vía es algo activo.

8 Cuando percibimos nuestro karma , cuando percibimos las acciones malas que cometemos, cuando vemos nuestro karma podemos cortarlo. Cuando esta cortado, observamos que la acción de cometer el mal está sin existencia propia, no nacida, Musho, no personal y no permanente, Mujo, de forma natural alcanzamos la libertad, más allá de la identidad con el sujeto.

9 Shinji-shobogenzo: “El maestro Sozan pregunta al Acarya Tozu: ‘Se dice que el verdadero cuerpo del Dharma del Buda es como el espacio y que manifiesta su forma en armonía con las cosas, como la luna se refleja en el agua. ¿Cómo enseña usted este principio de armonía mutua?’ Tozu responde: ‘Es como un burro mirando a un pozo.’ El maestro dice: ‘Sus palabras son muy bonitas, pero expresan sólo el ochenta o noventa por ciento’. Tozu pregunta: ‘¿Qué diría el maestro?’ El maestro Sozan dice: ‘Es como el pozo mirando al burro’”.

10 Versos del Kon-komyo-kyo a propósito del relato anterior. El cuerpo del Dharma, HOSSHIN (jap.), del sánscrito Dharma–kaya. Aquí, en este caso, el cuerpo del Dharma representa el lado espiritual y abstracto de la realidad; el espacio, el lado físico y objetivo de la realidad. Los dos son como las dos caras de una misma moneda, se encuentran en la unidad. También Zazen representa el cuerpo del Dharma.

11 Dar la vuelta a ciento ochenta grados: agua y luna, el sujeto y el objeto invertidos.

12 El bien, el mal y la indiferencia.

13 Del capitulo de los expedientes del Sutra del Loto: “ Del mismo modo que los Buda de los tres tiempos\ Enseñan el Dharma,\ Así lo hago yo también\ Enseño el Dharma, que es sin distinción.” (LS 1.128).

14 Tomar los preceptos: recibir la ordenación de monje.

15 Hongyo, “práctica original o del pasado eterno”; aquí tiene el sentido de una comprensión abstracta de la acción.

16 Esto, algo concreto y específico, el Kanji GO (jap.) ‘lo que es así’, el estado real, concreto. Literalmente en este tercer verso del poema, GO es la tercera palabra, la cuarta I significa acción-intención.

17 El dios de la destrucción y de la regeneración en la triada hinduista, que se compone de Brahma, el creador, Sivas y Visnu, el preservador.

18 Reyes fabulosos de los tiempos pasados que aclararon la tierra por su sabiduría.

19 El maestro Chokei preguntó al maestro Reiun Shigon ‘¿Cuál es la gran intención del Dharma del Buda?’. El maestro Reiun contestó: `Asuntos de burros que no están acabados, pero asuntos de caballos que entran’.

20 Un sucesor del maestro Baso (704-788).

21 Choka Dorin murió en 824. Es un descendiente del cuarto patriarca Doshin, pero sin pasar por el linaje del maestro Eno. Choka significa ‘nido de pájaro’: se dice que Choka practicaba Zazen y vivía en un árbol.

22 La maduración distinta es la teoría del punto de vista moral de las causas y efectos en relación con el comportamiento moral o inmoral. Las corrientes iguales es la teoría de tipo científico que no evalúa subjetivamente las causas y efectos.

23 Cf. Lotus Sutra 1.40: El Dharma que deben enseñar es bueno al principio, en el medio y al final.

24 Los verdaderos Dharma.

25 Expresión empleada para nombrar la enseñanza del Dharma por Shakyamuni.

26 El maestro Dorin enseña la realidad de las palabras y de la practica, no la interpretación del niño o del anciano a propósito de las palabras o de la práctica.