El sonido de la flauta de bambú precioso como una joya se ha parado en el claro de luna.
El viejo palacio se hunde en un silencio profundo y no hay ningún seguidor.
Incluso la luz de la primavera detrás de la puerta no penetra aquí.
Sólo la bandera azul es movida por el viento de los sauces.

 

Quitar la persona y no quitar el objeto. Es como el zazen con la lluvia. Dejamos la lluvia ser nuestra mente, no hay nadie. La mente es la lluvia, la mente es buda.

Quitar la persona y no quitar el objeto forma parte del método de educación del maestro Rinzai en el Rinzai Roku.

Hay los cuatro métodos. Shi ryo ken:

— Quitar la persona y no quitar el objeto, no hay nadie, es sólo el objeto.

— Quitar el objeto y no quitar la persona, eso significa que hay solo el ego y que ninguna otra cosa existe en el mundo. Es la condición ordinaria.

— Quitar a la vez la persona y el objeto es mu, en el mundo no existe nada.

— Ni quitar la persona ni quitar el objeto, la persona y el objeto existen los dos. Aquí el cuarto método es la igualdad entre la persona y el objeto.

 

El sonido de la flauta de bambú precioso como una joya ha cesado en el claro de luna. No hay nadie. El sonido se ha apagado. Queda solo la luna que aclara todo.

El viejo palacio se hunde en un silencio profundo es el maestro Daichi mismo en zazen. No es el palacio de un rey político, sino la vieja práctica que se perpetúa año tras año. En los huesos del viejo maestro, en el palacio del viejo maestro, no hay seguidor, nadie le sigue, nadie hace ruido.

En zazen podemos practicar esta observación objetiva. El objeto es mi cuerpo-mente, mi cuerpo-mente sin ego. “Que no me duele, que no está torcido, no está dormido.” Mi masa de carne, sin ego.

 

Aunque brilla la luz de la primavera detrás de la puerta, la luz no penetra aquí. Solo la bandera azul es movida por el viento de los sauces. No hay nadie al interior. Es interesante esta expresión. El sonido que hace el viento en los sauces. No se puede atrapar el viento. Aquí lo oímos subir, venir a través del río y de los bosques, pero el viento es como el espíritu, no se puede atrapar.

Había una discusión entre varios monjes sobre la bandera del templo y el viento. ¿Qué es lo que se mueve? ¿Es la bandera que se mueve con el viento? ¿O es el viento que mueve la bandera? ¿Dónde está el actor? ¿Dónde está el ego? El maestro Eno apareció de entre los monjes y les dijo: “Es vuestra mente que se mueve.”

No hay ego, no hay nada a lo que agarrarse. Solo una gran soledad dentro de los humanos. Solo una gran fiesta dentro de los budas.

 

Hay cuatro métodos del pensamiento del Zen que da el maestro Deshimaru al final de los comentarios del poema.

La primera es la más ordinaria: pensar con nuestra voluntad ordinaria, shiki, como la mayoría de la gente.

La segunda es no pensar con nuestra voluntad propia, ku, abandonar las ilusiones.

La tercera es pensar y no pensar, shiki y ku.

La cuarta es más allá del pensar, más allá del no pensar, shiki soku ze ku, ku soku ze shiki. Los fenómenos penetran la vacuidad, la vacuidad penetra los fenómenos De esta forma aparece la sabiduría.

El equilibrio entre zazen, ku, la vacuidad y nuestros pensamientos, los deseos individuales y la dualidad automática, hace aparecer la sabiduría de la no dualidad. Si no entendemos este punto podemos practicar durante miles de años sin abandonar el primer método: pensar con la propia voluntad, shiki. Debemos aprender a ir más allá, a sobrepasar lo humano ordinario. El humano ordinario no tiene mucho interés. Hay muchos, y pocos pueden encontrar la sabiduría.

Incluso en los que practican zazen muy pocos pueden encontrar o quieren encontrar la sabiduría del no-dos en su vida cotidiana. Cuando ku y shiki se interpenetran mutuamente.

Es mi vía, mi dharma.