Según el Genjokoan no es necesario considerarla.
La amargura de la encina o la frialdad del hielo no pueden cubrirla.
Protegiendo el hecho de que la mente misma es buda,
La ceja de Buda en la mitad de la frente hace surgir una luz intensa durante todo el día.

 

Soku shin soku butsu. La mente misma es buda. Buda es la mente verdadera de la persona, su verdadera cara, la mente original. Aquí y ahora.

 

El Genjokoan es un capítulo del Shobogenzo del que a menudo os he hablado, el koan de la vida cotidiana. Sin ser rígido o formalista, debe poder expresarse a través de los problemas de la vida cotidiana; expone un koan activo, el koan de la acción: cómo encontrar la verdad en nuestras acciones, una verdad universal que vale para todos; cómo manifestarla a través de nuestra mente.

La mente misma es buda. La encina florece en el verano, su corteza es muy amarga, se utiliza como medicina para el estómago o los ojos. El Genjokoan no puede ser cubierto por la amargura de la encina, es fuerte, no lo podemos esconder con otro sabor.

Tampoco podemos recubrirlo con la frialdad del hielo. El Genjokoan está expuesto aquí y ahora. Vive y palpita ante nosotros. Genjo significa manifestación (actualización) de los fenómenos; koan, la ley universal.  A lo largo de nuestra vida vivimos atrapados por los fenómenos, es muy difícil estar quietos, permanecer aquí y ahora. Era el problema de Eka cuando fue a hablar con  Bodhidharma,

–¿A qué has venido?

–Mi mente corre detrás de todo, no puedo encontrar paz en ella.

–Enséñame tu mente.

–No la encuentro.

–Así está en paz.

 

Shin fukatoku, no se puede atrapar la mente. ¿Cómo encontrar la verdad en los fenómenos que nos rodean, en los pensamientos que nos presionan?

Soku shin soku butsu, la mente misma es buda. Esta verdad no puede estar cubierta por otra. Entonces la ceja del buda en mitad de su frente hace surgir una luz intensa a lo largo de todo el día. Ese mismo buda aclara nuestra vida.

Shin tiene muchos significados en chino y japonés. A veces se traduce por mente-corazón, a veces por la mente que piensa, a veces por la mente que se despierta y abandona sus ilusiones, que abandona su egoísmo.

También a la mente de cada día se le llama hojyo shin, la pequeña mente ordinaria, nada complicado, que va y viene. Paz, estar a gusto en cada lugar, estar a gusto en el cuerpo. Estar a gusto en la vida. Soku shin soku butsu.