El poema setenta y siete del maestro Daichi, es un poema de amor a Honshu,

 

Cabeza de nieve y cejas cortas, ya estoy demasiado viejo

Así soy incapaz de reparar las ruinas de nuestro zen soto

Todos los pinos y los robles están plantados en la montaña

Así espero volver rápidamente utilizando prestada la casa de Shu.

 

De nuevo un poema un poco irónico.

La casa de Shu tiene relación con la casa fabulosa del maestro Konin, el maestro del sexto patriarca. Se cuenta que Konin ya era muy mayor cuando encontró Doshin, así que el (futuro) cuarto patriarca chino le dijo:

—Tienes que nacer de nuevo y siendo joven podrás convertirte en mi discípulo.

Konin, cuando estaba en esta existencia de mayor, era un ermitaño que tenía algunos poderes, gracias a los que pudo entrar en la matriz de una joven y nacer de nuevo. La joven era de la familia Shu, la que Daichi menciona al final del poema: Espero volver rápidamente utilizando prestada la casa de Shu.

 Pero Honshu, en el título del poema, es la palabra que se utiliza para dirigirse a una monja. Entonces aquí, este poema de amor se dirige a una joven monja.

 

Cabeza de nieve, cejas cortas. Ahora el maestro Daichi está mayor: Ya estoy demasiado viejo. Tiene la edad de empezar a estar cansado.

Estoy demasiado mayor para restablecer las ruinas de nuestro zen soto. De nuevo, un poco de tristeza frente a la decadencia de la familia soto. La transmisión auténtica siempre ha sido única. A su alrededor, muchos fenómenos, muchas fábricas de ilusiones en relación con el budismo, con el zen. Si la mente de los monjes está complicada entonces la sencillez de la casa soto se pierde.

En todas las épocas, a numerosas personas la religión les ha servido para alcanzar una fama, una ganancia, y muchos maestros y monjes se ubicaban alrededor del poder material, secular, de la corte. En nuestra época podríamos decir que el poder secular es internet: cuántos likes tengo…

Entonces Daichi está triste, dice: Ya he plantado pinos y robles. Significa: Ya he educado y enseñado a muchos jóvenes discípulos. Mi trabajo está acabado. Puedo volver a nacer en el seno de la joven y, no sé, empezar de nuevo. Puede que la joven sea la querida huésped de la ermita la escuela Konin; no sabemos exactamente. De nuevo es un poema un poco melancólico y auto-irónico.