Sutra del Loto

El Sutra del Loto tiene más de 2000 años de existencia y desde siempre fue elegido como el Sutra [1] Perfecto de la enseñanza del Buda Shakyamuni. Se enseñó y se desarrolló durante los últimos ocho años de vida de Shakyamuni Buda. Es la síntesis de una enseñanza que unifica el pensamiento del budismo.
El titulo en Sánscrito es Sadharmapundarika Sutra, que se traduce por Sutra del Loto de la Ley Maravillosa. La Ley o Dharma es el orden del Universo, la realidad del Universo tal como es: la palabra Dharma define también la enseñanza del Buda, totalmente en armonía con el Universo y por eso maravillosa.
La palabra “maravillosa” expresa algo excelente que no se puede asir por el intelecto y por eso es raro y extraño, porque no podemos crearlo. Sólo podemos decir que está aquí y es maravilloso.
El loto es una flor corriente en el mundo oriental, su pura belleza crece sobre las aguas fangosas. La iconografía hindú y budista utiliza su imagen desde hace miles de años como expresión de la más alta espiritualidad, de la gran sabiduría del corazón, de la esencia del Universo o del maravilloso Dharma. Desde los tiempos antiguos, la flor delicada del loto gira sobre su tallo, representando el Universo en el movimiento de la ley de causalidad.

El contenido de las tierras de Buda en las diez direcciones es la sola existencia de la Flor del Dharma [2].

Esta flor única abarca todas las existencias sometidas a la ley de causas y efectos, el Karma. La mayoría de la gente no considera la profundidad de esta ley. El cuerpo, primer productor de las acciones a menudo descuidadas; el torrente de palabras que salen de la boca; los pensamientos surgiendo en relación con los acontecimientos del mundo. Los tres son los agentes de la ley de la causalidad universal.
Las acciones producen ininterrumpidamente efectos que a su vez se vuelven causas de otras acciones. Este suceso se identifica a menudo con el proceso de una planta que da flores, frutos y semillas, que a su vez permitirán a otras plantas crecer, desarrollarse y dar otras semillas. Que se propaguen o no depende de las condiciones: el sol, la tierra, la lluvia, las heladas, etc. Las causas son múltiples, los efectos también. Es el ciclo natural. No obstante la flor de loto es distinta. La flor y las semillas aparecen simultáneamente, no entran en la intención ni en la producción condicionada. Zazen [3] es idéntico. El Satori no es el fruto de la práctica, Zazen es Satori. La flor de Dhyana [4] y la semilla de Prajna [5] aparecen en el mismo instante.
La flor de loto representa la Santidad. Crece en los charcos, la Flor Maravillosa coloca sus hojas sobre las aguas sin que estén manchadas, ni siquiera mojadas. La Flor Maravillosa crece en el mundo de Samsara [6], se desarrolla y gira en unidad con la Ley del Universo. Es el momento de la enseñanza del Sutra.

Si después de la extinción del Buda una persona oye o lee aunque sea una sola frase del Sutra de la Flor del Maravilloso Dharma y goza aunque sea solamente durante un pequeño momento de conciencia, afirmo que esta persona podrá alcanzar el Supremo Gran Despertar.[7]

La felicidad de la comprensión es una virtud propia del Sutra del Loto. En verdad, nuestro estado de conciencia escuchando o leyendo el Sutra nos hace entrar en la perfección del Universo, que es como la Flor Maravillosa, y nos permite alcanzar la realización de nuestra verdadera naturaleza en unidad con la totalidad del Universo. Abrimos el Sutra y comprendemos lo maravilloso del Universo. Desde luego que no entendemos las matemáticas o la física de un golpe. El Sutra está en relación con la Vía de la Sabiduría del Buda.
El Budismo T’ien-T’ai [8] pone el Sutra del Loto en el corazón de su enseñanza y de su práctica. La escuela de Nichiren [9] en Japón transmite la liberación del mundo de Samsara por la sola repetición del nombre del Sutra: Myo Ho Renge Kyo por ser un Sutra que está en relación con la fe, la fe en la Flor del Maravilloso Dharma.

EL PRÓLOGO

Así he oído una vez cuando el Buda vivía en Rajagriha [10]. En el Pico del Buitre, estaba con doce mil grandes monjes (…)

La palabra “Así” –Evam- se encuentra siempre al principio de los Sutra. Decir “Así” implica creer, creer en lo que va seguir. El que no cree dice: “No es así” o piensa: “Es mejor de otra forma”; el que tiene fe dice: “Está bien así” y está contento.
Así he oído -es Ananda el que habla. Ananda ejerció de secretario de Buda durante veinte años. Dotado de una memoria prodigiosa, es quien recitó los sermones frente a los discípulos durante el primer Concilio después de la desaparición del Buda. La compilación de todas las enseñanzas formó el Sutra Pitaka.
Directamente, el Sutra del Loto nos propulsa al Pico del Buitre donde una asamblea numerosa se encuentra reunida. No es cualquiera, aquí están todos los grandes discípulos del Buda que son monjes y monjas, Bodhisattva [11] y Arhat [12]. También Indra, rey de los dioses acude con su corte a escuchar la enseñanza, y a su lado están los reyes dragones, los genios, los Garuda, los Asura, músicos celestiales, humanos y no humanos; hay miles y miles de personas que se postran y se quedan en silencio.
Levantamos los ojos del Sutra y en un instante de conciencia miramos nuestro mundo humano, solamente humano. Vemos un mundo donde el provecho material se erige en la ley, a lo que en el budismo se le llama Codicia. El maravilloso Universo se está destruyendo poco a poco por la ceguera de los hombres, lo que en el budismo se llama Ignorancia. Creando falsas ideologías, el hombre se pone siempre en conflicto, provocando el miedo y la inseguridad, a lo que en el budismo se le llama Cólera.
Codicia, Ignorancia y Cólera son los tres venenos que atan al hombre a una falsa edificación del mundo y a la construcción de una realidad ilusoria donde el protagonista es un ‘yo’ también ilusorio, que hace lo que le da la gana y olvida el Maravilloso Universo que es como una Flor de Loto. Ahora ni los hombres ni los dioses se postran delante de un sabio. Los dioses han muerto y los hombres no se preocupan por buscar lo que está más allá del mundo de sus pasiones. No buscan la realidad del mundo, que es pura y bella como la Flor Maravillosa.
El Buda se sienta en su Zafu, empieza a practicar Zazen y entra en una concentración muy profunda. En este momento, un resplandor sale de sus cejas y la luz ilumina todos los Universos. En estos Universos, la asamblea presente ve todos los Buda y los Bodhisattva que están practicando la Vía. Algunos están enseñando, otros están ayudando a gente que está en dificultades, otros están haciendo ayunos, otros viviendo en las montañas practicando la austeridad. Miles y miles de Buda y Bodhisattva practicando la Vía en miles y miles de mundos.
Entonces el Bodhisattva Maitreya pregunta a Manjusri:

¿Qué pasa? ¿Por qué Buda nos enseña estos mundos?

Manjusri [13] le explica que el Buda va enseñar la Ley que es buena al principio, buena en la mitad y buena al final. Manjusri dice que hace ya miles de Kalpa [14] que esta Ley existe y que está siendo revelada por los Buda del pasado. Es una Ley que pertenece al tiempo cósmico y los Buda se suceden para hacer entrar a los hombres en ella. Además, Manjusri transmite a Maitreya la afirmación de que, en el futuro, él mismo alcanzará el estado de Buda.
Cuando el Buda emite una luz radiante eso significa que va enseñar el verdadero aspecto de las cosas, el verdadero Dharma en armonía con el orden del Universo.
El Buda que enseña el Loto de la Ley Maravillosa no es la persona histórica Shakyamuni Buda. Aquí el Buda manifiesta el cuerpo eterno del Dharma o Dharmakaya, el cuerpo cósmico que incluye todas las existencias. El Buda que es, él mismo, Naturaleza de Buda de todas las existencias. Claro que el Buda no puede dejar de tener la Naturaleza de Buda pero, aquí, con su cuerpo expresa el Dharma que es la Naturaleza de Buda de todas las existencias. Entonces el Buda se revela muy poderoso delante de los hombres; sin embargo no es un poder personal, sino el de la conciencia cósmica y eterna de todas las existencias. Esta conciencia es Naturaleza de Buda, Despertar Supremo, y se transmite de Buda a Buda, Buda solo junto con todos los Buda. El Dharmakaya es el cuerpo de la transmisión entre maestro y discípulo.

El Buda va hacer llover la lluvia de la Ley
y colmará a los que buscan la Vía;
si entre los que buscan los tres vehículos [15]
algunos tienen dudas o añoranzas,
el Buda ciertamente se las quitará,
las disipará sin que quede nada.

Así acaba el Prólogo. El Buda sale de su meditación, tranquilo y lúcido y el Loto de la Ley Maravillosa se pone a girar.

LOS MEDIOS HÁBILES

Los medios hábiles son los métodos que el Buda emplea para ayudar a los seres vivientes a entrar en la sabiduría de la Vía y emanciparse de la ley de causalidad. Estos medios están en relación con el mundo de los hombres, el mundo del pensamiento, de la dualidad y de la discriminación, sin nada de lo cual podrían ser entendidos. No obstante en este capítulo, por primera vez, el Buda va a rechazar todos los métodos para enseñar la Vía única, insuperable, difícil de imaginar y difícil de entender.
Entonces el Buda sale del estado de Samadhi [16], tranquilo, lúcido y se dirige a Sariputra [17]:

La sabiduría de los Buda es profunda e inimaginable, la transmisión de esta sabiduría es difícil de entender, difícil de penetrar, todos los Sravaka y los Pratyekabuda [18] no pueden conocerla. Porque un Buda ha experimentado la intimidad con cientos de miles de Buda, porque un Buda ha practicado totalmente la verdad inimaginable de la realidad de los Buda dando a conocer sus nombres, enseñando el Dharma y enseñando el sentido que es difícil de entender. Desde que alcancé el Despertar he expuesto la doctrina oral para ayudar a los seres a separarse de los apegos con la ayuda de numerosas relaciones y parábolas. Sin embargo, esta Ley no se puede explicar.

El aspecto dado por el discurso se apaga y desaparece rápidamente. Aunque el mundo estuviera lleno de personas semejantes en inteligencia a Sariputra, no podrían sondear la sabiduría del Despertar. La realización de la Ley es difícil de comprender. Un Buda solo, junto con todos los Buda, es directamente capaz de realizar que ‘todos los dharma’ [19] son el aspecto real. Lo que se denomina ‘todos los dharma’ son: la forma tal como es, el cuerpo tal como es, la naturaleza tal como es, la energía tal como es, la acción tal como es, las causas tales como son, las condiciones tales como son, los efectos tales como son, los resultados tales como son, y el último estado de igualdad entre la substancia y los detalles.
En general no sabemos que estamos en la ilusión. Para la mayoría de la gente todo es la realidad y la verdad. El budismo Zen enseña que la mente engaña, nos arrastra en una cadena de juicios, interpretaciones, discriminaciones, haciendo pensar que todo eso es la realidad. Somos condicionados por nuestro entorno desde el momento en que el ‘yo’ toma conciencia de las cosas y las cosas se convierten en lo que pensamos que son, haciéndonos sufrir cuando nuestra realidad no encaja con el resto del mundo. La sabiduría de un Buda, en la sucesión de todos los Budas, realiza totalmente el verdadero aspecto de todos los fenómenos, de las cosas tales como son, la existencia pura, concreta e instantánea sin la confrontación con el ‘yo’. El ‘yo’ es el Universo, el Universo es Buda o Dios. Y aún si el mundo estuviera lleno de seres inteligentes como Saripruta agotándose intentando comprender la sabiduría de Buda con su inteligencia, no podrían imaginar lo que es.

Sólo conozco el aspecto concreto, y los Buda en las diez direcciones son así también.

La duda se propaga en la asamblea preguntándose por qué el Buda insiste en la dificultad de comprender o imaginar la Ley, inquietándose ante los obstáculos que surgen ahora para los Arhat y los Pratyekabuda cuando el Buda habla de un único medio. Sariputra, erigiéndose en el representante de todos, solicita al Buda más explicaciones. Por tres veces Sariputra exhorta al Buda; al final este accede a contestar. No obstante, en ese momento cinco mil personas presentes se levantan, saludan y abandonan la asamblea.
Una vez que la asamblea está liberada de las ramas y las hojas y que permanece sólo lo verdadero y lo real, el Buda empieza a predicar la Ley. Esta Ley es excepcional, no se manifiesta a menudo, tal y como la flor de higuera salvaje que aparece una sola vez. Esta Ley no se puede comprender con el pensamiento discriminatorio. Sólo los Buda pueden conocerla porque ellos aparecen en el mundo por el Gran Asunto. Los Buda aparecen en el mundo porque desean revelar la sabiduría de Buda a los hombres y procurar que se vuelvan puros [20].

Aparecen en el mundo porque desean exponer a los hombres la sabiduría de Buda.
Aparecen en el mundo porque desean incitar a los hombres a realizar la sabiduría de Buda.
Aparecen en el mundo porque desean motivar a los hombres a entrar en el estado de la verdad que es la sabiduría de Buda.

El Gran Asunto es el deseo de compartir el estado equilibrado de la conciencia unificada, la sabiduría inmóvil. El Satori de los Buda produce esta conciencia sin discriminación. El Satori de los Buda es el estado equilibrado de Dhyana, Zazen, la participación aquí y ahora en la totalidad del Universo, la identidad con el Universo entero. Algo que no podemos pensar racionalmente, pero que es bueno al principio, bueno en el medio, bueno al final. Es el único vehículo que un Buda enseña.
En general un Buda aparece en el mundo en épocas de disturbios. La acumulación de desorden generada por la codicia, las pasiones y los puntos de vistas equivocados produce raíces nefastas. Entonces el Buda enseña la Ley desplegando una gran variedad de medios hábiles para poder ‘tocar’ a los hombres y ayudarlos a producir el espíritu del Despertar.
Él mismo, después de alcanzar el Supremo Despertar bajo el árbol [21], dudaba poder transmitir esta sabiduría, percibiendo las complicaciones y la ceguera de los hombres. La Vía era demasiado sencilla para ser comprendida por mentes hundidas en el sufrimiento.

Mejor que no exponga la Vía y que entre directamente en el Nirvana.

No obstante, se acordó de los Buda del pasado y de sus esfuerzos inagotables. Entonces se dirigió hacia Benarés, donde dio su primera enseñanza: las Cuatro Nobles Verdades, la Vía que agota el sufrimiento por la revelación de que el ‘yo’ que sufre no tiene una existencia real. Enseñó la extinción del ‘yo’ que alimenta las pasiones, pero también era un medio, no era la extinción real ya que todo, desde el origen, está en paz y tranquilidad. Poco a poco las escuelas se crearon por discriminación entre los distintos vehículos. Los Arhat: concentrados en la pureza total del cuerpo y de la mente y en la obtención del Nirvana [22]; los Pratyekabuda: concentrados en su sola obtención del Despertar, apartados del mundo de los hombres.
Aparecieron las voces de ‘extinción’, ‘meritorios’, ‘Ley’, ‘comunidad’, y las personas orgullosas apegadas a ciertos aspectos de la Ley.
El Buda apunta entonces hacia una Vía única, que es la de seguir el voto de los Buda del origen y que permite que todos los seres alcancen la liberación del Despertar. Ahora quiere rechazar los medios y enseñar la Ley sin distinciones.
Es muy difícil para los Buda que aparecen en el mundo enseñar esta Ley. Es también difícil tener la oportunidad de oír esta Ley. Y seres capaces de oír esta Ley también son difíciles de encontrar.
Finalmente, cuando el Buda enseña el Sutra del Loto se dirige a todos los instructores del Dharma y los impulsa a ser fieles y alegres, confiando en el Vehículo Único.
Más allá de la enseñanza budista presente, el Vehículo Único es la fuente real de todas las religiones del mundo que tienen la clave para abrir la Vía de la no discriminación y de la paz en el maravilloso mundo de la Flor del Loto.

LA PARÁBOLA

En este momento Sariputra, saltando de felicidad, se levanta de golpe y se postra uniendo las manos. Sariputra está liberado de las dudas que le había procurado su estado de Arhat. Porque al emanciparse del apego al ‘yo’, los Arhat se giran demasiado hacia el aniquilamiento y el no-ego, perdiendo el sentido común de la existencia y olvidando la felicidad de la vida; se apartan del verdadero aspecto de las cosas. Ahora Sariputra comprende la grandeza del Dharma de Buda. El Honrado del Mundo le transmite su afirmación de que en un futuro realizará totalmente el estado de Buda.
Sariputra está enteramente emocionado, pero de nuevo como interlocutor principal de la asamblea del Pico del Buitre pregunta al Buda:

¿Cómo hacer para que todas estas personas no duden, para que también encuentren la verdad del Único Vehículo?

Entonces el Buda expone la parábola de la casa en llamas:

Es, Sariputra, como si en un pueblo o en una ciudad hubiese un padre de familia con una casa llena de bienes, con muchos servidores, muchos pasillos y muchas habitaciones, pero que tiene sólo una puerta muy estrecha. Un día esta casa, que tiene un techo de retama, prende fuego, arde, está en llamas. Este hombre tiene hijos. Su primer impulso es atravesar la puerta, pero piensa en sus hijos y empieza a llamarlos para que salgan de la casa. Pero los niños, muy jóvenes y muy juguetones, dentro de la casa en llamas juegan, se divierten; no conocen, no se dan cuenta, no saben, no piensan que la casa está en llamas. No tienen miedo. Aunque la casa está cada vez más quemada por este gran incendio, aunque están muy cerca de tener un dolor muy fuerte no piensan en el dolor, y no conciben la idea de salir. Este hombre, padre de familia, oh Sariputra, es fuerte, tiene los brazos largos y tiene este pensamiento:

“Soy fuerte, tengo grandes brazos. ¿No podré juntar a mis hijos, y cogiéndolos juntos contra mi pecho ayudarlos a salir de la casa?”

Luego se hace esta otra reflexión:

“Esta casa sólo tiene una entrada. La puerta es muy estrecha y estos niños están siempre en movimiento, ignorantes de su naturaleza, me temo que se pongan a girar de un lado para otro. Van a morir en este gran incendio. Tengo que decirles: “Venid aquí mis niños, hay que salir. La casa está en llamas, hay un incendio muy grande, no debéis quedaros ahí. Si no, vais a quemaros; mirad, el peligro se acerca”

Pero los niños no tienen en cuenta el discurso de este hombre que vela por su interés. No tienen miedo, no tiemblan, no sienten el miedo, no piensan en el miedo, no se escapan. No saben, no comprenden qué significa ‘en llamas’. Al contrario se dispersan, van de aquí para allá, miran a su padre porque son niños ignorantes. Después, este hombre se hace la siguiente reflexión:

“Esta casa está en llamas. Vamos a perder la vida miserablemente en este incendio, yo y mis hijos. Tengo que encontrar un medio hábil para hacer salir a mis hijos de esta casa”

Este hombre conoce la disposición de sus hijos, su inclinación hacia los juegos difíciles de obtener. De nuevo les habla a sus niños:

“Estos juegos que son tan agradables, que os causan sorpresa y admiración, los cuales estáis tristes de no poseer; estos juegos de colores distintos, como por ejemplo carros, carros l levados por cabras, antílopes, bueyes; estoy seguro de que los deseáis. Deprisa, hay que salir corriendo fuera de la casa. A cada uno de vosotros le daré un carro, pero tenéis que salir enseguida para ver estos nuevos juegos”

Entonces los niños, cuando saben lo que les espera fuera se precipitan rápidamente al exterior de la casa en llamas para obtener estos juegos agradables con una fuerza tremenda, una rapidez extrema sin esperarse los unos a los otros. Se empujan mutuamente, diciendo:

“¿Quién llegará el primero? ¿Llegaré yo antes que mis hermanos?”

Entonces este hombre que por fin ve a sus hijos y sabe que ya están a salvo, fuera de peligro, se sienta en la plaza del pueblo libre de preocupaciones, lleno de alegría y de seguridad. Luego, sus hijos van al lugar donde está su padre y dicen:

“Anda papá, danos esos juguetes encantadores, como los carros tirados por cabras, antílopes y bueyes”

Sin embargo este hombre, oh Sariputra, da a sus niños un único carro tirado por un buey blanco; su pelo es impecable, sus formas magnificas, y con gran vigor y paso regular anda con la velocidad del viento. Entonces los niños, al subirse cada uno en un gran carro consiguen algo sin precedente que no era lo que habían esperado al principio.
¿Por qué, Sariputra, por qué este hombre rico, dueño de grandes riquezas, poseedor de casas, graneros y numerosos tesoros, piensa de esta forma?:

“¿De qué sirve dar más carros a estos niños? Porque son mis hijos, todos tienen mi cariño. Estos grandes carros tirados por bueyes blancos me pertenecen y tengo que tratar a todos estos niños de la misma manera, sin distinción. Poseedor como soy de muchas casas, graneros y tesoros, puedo dar a todos ellos grandes carros, y ahora que se trata de mis propios hijos, más todavía. Deseo que en ese momento, cuando mis hijos estén subidos en los carros tirados por los bueyes blancos, sientan sorpresa y maravilla”.
Ahora, Sariputra, ¿entiendes esto? ¿Era una mentira por parte de este hombre, ofrecer a sus hijos tres tipos de carro, para luego dar un carro idéntico a cada uno?

El Sutra del Loto es muy largo, tiene en total 28 capítulos. A lo largo de los años, los monjes budistas se acostumbraron a recitarlo para conservarlo y, como está dicho que su sola repetición da el mérito de alcanzar el Despertar, quizás también para conseguir esta oportunidad. Con los siglos, el budismo pasó el Himalaya y se trasladó de India a China donde los Sutra fueron traducidos, estudiados y discutidos. Nuevas escuelas se crearon; las traducciones originaron nuevas palabras y eruditos para discutir y buscar su sentido profundo. Y los monjes seguían recitando el Sutra.
En el siglo VIII un monje llamado Hotatsu llegó al templo de Horín-ji en el monte Sokei donde enseñaba el maestro Zen Daikan Eno [23].
El monje fanfarroneaba: “He recitado el Sutra del Loto ya más de tres mil veces”.
El Patriarca le dijo: “Aunque recites el Sutra diez mil veces, mientras que no lo entiendas no serás capaz de reconocer tus equivocaciones”.
Hotatsu dijo: “El estudiante es un imbécil, hasta ahora sólo he leído el Sutra en voz alta siguiendo los caracteres. ¿Cómo podré esperar comprender su sentido?”.
El Patriarca dijo “Recítame una parte del Sutra y te lo interpretaré”. Hotatsu se puso a leer el Sutra. Cuando alcanzó el capítulo de ‘los medios hábiles’ el Patriarca le detuvo: “¡Párate aquí! El punto principal de este Sutra es el ‘por qué’ de la aparición de los Buda en el mundo. Incluso si a continuación expone numerosas metáforas, el Sutra no va más allá de eso. ¿Cual es este ‘por qué’?. El único Gran Asunto, sin más. El Gran Asunto es revelar, exponer, realizar y hacer entrar en la sabiduría del Despertar. El Gran Asunto es naturalmente la sabiduría del Buda y el que está equipado con la sabiduría de Buda ya es un Buda. Ahora debes creer que la sabiduría de Buda es simplemente tu propio estado de espíritu natural» [24].

Y Eno añadió los versos siguientes:

Cuando el espíritu está en la ilusión, la Flor del Dharma gira.
Cuando el espíritu está en la realización, damos vueltas a la Flor del Dharma.
Al no estar claro consigo mismo, aun si lo recitamos a menudo,
Se volverá un enemigo con sus significaciones.
Sin intención, el espíritu está recto;
Con intención, el espíritu se vuelve complicado.
Cuando transcendemos los dos, ‘con’, y ‘sin’,
Montamos eternamente el carro del buey blanco.

Una vez que oyó el poema, Hotatsu se dirigió de nuevo al Sexto Patriarca

El Sutra dice que aunque todos en la gran Sangha [25], desde los Sravaka a los Bodhisattva, agotasen su inteligencia para imaginarla, no podrían descifrar la sabiduría de Buda. Si ahora usted dice que el esfuerzo que tenemos que hacer es que el hombre común realice su propio espíritu, que es idéntico a la sabiduría de Buda, por mucho que fuéramos de un nivel superior, sería difícil para nosotros ayudar a los demás que tienen dudas o que desconocen esta afirmación. Además, el Sutra explica los tres tipos de carro, pero ¿cuál es la diferencia entre el carro del buey [26] y el carro del buey blanco? Por favor maestro, enséñeme aun más.

El Patriarca contestó:

La intención del Sutra es clara. Estás perdiéndote, vas contra tu comprensión. Cuando las personas de los tres vehículos no pueden imaginar la sabiduría de Buda, el problema viene de sus propias suposiciones. Aun si todos juntos agotan su inteligencia para considerarlo, no harán sino alejarse más y más. Desde el origen, el Buda enseña para el bien de los hombres comunes, no enseña para el bien de los Buda. Algunos no están preparados para asumir este principio y dejan la asamblea; no saben que ya están sentados en el carro del buey blanco, siguen buscando todavía la puerta de salida para los tres tipos de carro. Las palabras del Sutra te lo dicen claramente “No hay ni un segundo ni un tercero ¿Por qué no puedes realizarlo?” Los tres carros son una ficción porque pertenecen al pasado. El Único Vehículo es auténtico porque pertenece al presente. Sólo pretendo hacerte bajar de la ficción y que vuelvas a la realidad. Cuando vuelves a la realidad, la realidad no es un concepto. Recuérdalo, todas tus posesiones son un tesoro y te pertenecen totalmente; cómo las recibas y cómo las utilices depende sólo de ti. La verdad del Sutra no es ni la idea del padre ni la idea de los hijos; ciertamente no depende de idea alguna, solamente se llama el Sutra de la Flor del Dharma. De Kalpa en Kalpa, de la tarde al anochecer, las manos no lo dejan caer y no hay un momento en el que no estemos leyéndolo.

En ese momento, oyendo estas palabras Hotatsu obtuvo el Satori. Saltando de felicidad se expresó con los versos siguientes:

Tres mil recitaciones del Sutra
Y una sola frase de Sokei me las hace olvidar.
Antes de clarificar el sentido de la aparición de los Buda en el mundo,
¿cómo podemos parar de repetir estas vidas de locura?
El Sutra coge cabras, antílopes y bueyes como ejemplos,
Pero proclama que el principio, el medio y el final son buenos.
¿Quién sabe que, incluso metidos dentro de la casa en llamas
originariamente somos los reyes del Dharma?

Cuando presentó sus versos al Patriarca, éste dijo: “A partir de ahora, serás llamado el Monje lector de Sutra” [27].

Daikan Eno, el Sexto Patriarca, clarificó el verdadero sentido del Sutra del Loto del Maravilloso Dharma y por sus palabras hizo penetrar a Hotatsu en la sabiduría de Buda. Es a partir de este momento que la Flor del Dharma queda expuesta como la ‘Flor del Dharma girando’ y ‘hacer girar la Flor del Dharma’. Estas palabras no habían sido oídas nunca antes. Es un Patriarca budista que clarifica la sabiduría budista. Los momentos en que los seres del Despertar ‘hacen girar la Flor’ son los momentos de la manifestación de la Ley en los que el ‘yo’ está en armonía con el Universo. Pero también los Buda y los seres del Satori tienen momentos, como todos los seres vivientes, cuando ‘la Flor de Dharma está girando’, en los que el Universo es totalmente independiente del ‘yo’.
Cuando abrimos el Sutra del Loto, leerlo, penetrarlo nos unifica, nos pone en unidad con el Universo, encontramos la misma naturaleza que el Universo. No hay más misterio y todo es totalmente misterioso, nuevo.
De este modo la sabiduría de Buda nace de la intuición profunda. Es el tesoro perteneciendo a todos y es el propio estado de espíritu natural que cada uno puede reencontrar de nuevo. El pensamiento racional o discriminatorio no ayuda a realizar esta sabiduría. Tampoco es un aniquilamiento rechazando la vida, ni una abstracción del espíritu que intenta penetrar la vacuidad de todos los fenómenos. La vacuidad es relativa, existe en relación con los fenómenos. Los fenómenos son relativos, existen en relación con la vacuidad. Así, si la casa en llamas representa el mundo de la ilusión donde no vemos el peligro que supone vivir a ciegas -también el mundo de la ilusión es el único lugar donde podemos percibir la revelación de la sabiduría- entonces el padre, dentro de la casa en llamas, enseña los tres vehículos. Pero fuera, una vez que los hijos están a salvo, no les da juguetes, les da un único carro tirado por un buey blanco tan precioso que no se lo podían imaginar dentro. Es el carro de la sabiduría que expresa una sola verdad, una sola fuente para todas las existencias.

Sólo conozco el aspecto concreto, y los Buda en las diez direcciones son así también.

El Sutra de la Flor del Maravilloso Dharma es muy amplio, también es muy difícil de expresar porque propone otra realidad, una realidad sin adornos, y es curioso que para revelar esta realidad sin adornos el Sutra se sirve de una acumulación de ornamentos.
Cuando está enseñando el Sutra del Loto, el Buda oye los movimientos del Bodhisattva Samantabhadra, que va y viene por el mundo. Samantabhadra, el Bodhisattva ‘Toda bondad’ es el protector de los que derraman la Ley. El Pico de los Buitres no es ningún lugar especial de enseñanza, sino la tierra del Buda que se encuentra por doquier. Cuando uno estudia la Vía, cuando uno enseña la Vía nunca está solo, siempre le acompaña este universo realizado de la Flor del Loto. Desde la tarde hasta el anochecer, las manos no lo dejan caer y no hay un momento en el que no se esté leyendo.
Verdaderamente no depende de idea alguna; solamente se llama el Sutra de la Flor del Dharma.

Bárbara Kosen

NOTAS
[1] Sutra: enseñanzas dadas por el Buda Shakyamuni, recopiladas después de su muerte.
[2] Sutra del Loto 1.106.
[3] Zazen: práctica de la concentración con el cuerpo y el espíritu en unidad, esencia del Budismo Zen.
[4] Dhyana: concentración en sánscrito; palabra que se ha traducido por Ch‘an en chino y Zen en japonés. Zazen significa concentración sentada.
[5] Prajna: la sabiduría.
[6] Samsara: mundo de la producción condicionada, también generador permanente de sufrimiento y placer, de pasiones.
[7] Capitulo HOSSHI (2.140) Instructor del Dharma
[8] Budismo T’ien-T’ai, ‘Escuela de la Plataforma Celestial’, Ten-dai en japonés. Su fundador es el maestro chino Chih-I (538-597).
[9] Nichiren (1222-1282) monje Ten-dai, fundador de la escuela que lleva su nombre, convencido que el Sutra del Loto contiene la esencia de la doctrina del Buda y que la repetición del título del Sutra permite al adepto conseguir la salvación.
[10] Rajagriha: ciudad al borde del Río Ganges donde el rey Bimbisara había legado varios monasterios al uso del Buda y de sus monjes.
[11] Bodhisattva: seres del Despertar, que hacen el voto de quedarse en el mundo de Samsara para ayudar a todos los seres vivientes a alcanzar la emancipación.
[12] Arhat: los que han alcanzado la emancipación del mundo de las pasiones y no tendrán próxima encarnación. Se concentran en la extinción y el dolor del mundo.
[13] Manjusri: discípulo del Buda considerado como el Bodhisattva de la sabiduría. También es un Bodhisattva transcendental.
[14] Kalpa: término que define un periodo de tiempo muy largo.
[15] Los tres vehículos son los tres métodos de práctica de la Vía.1) los Sravakas o auditores, 2) los Pratyeka budas o budas para sí mismos que buscan su sola liberación, apartados de los demás, 3) los Bodhisattvas (ver nota 11)
[16] Samadhi: concentración de Zazen con el cuerpo y la mente en unidad.
[17] Sariputra: uno de los diez famosos discípulos del Buda. Sariputra ha alcanzado el estado de Arhat, santo que ha acabado con el apego a las pasiones y representa la sabiduría entre de los discípulos del Buda. Es uno de los principales interlocutores en los Sutra.
[18] Ver nota 12.
[19] Los dharma son todos los fenómenos materiales o mentales.
[20] Pureza, en el sentido de sin separación entre el sujeto y objeto, no manchado por la discriminación.
[21] El árbol de la Bodhi bajo el cual el Buda se sentó en Zazen durante cuarenta días hasta alcanzar el Supremo Satori.
[22] Nirvana: 1) Extinción total de las pasiones que permite no tener un nuevo nacimiento en el mundo de Samsara; 2) Paranirvana, la extinción real del cuerpo, la muerte; 3) el Nirvana vivo, estar en el mundo sin sufrir los apegos de las pasiones, libres.
[23] Daikan Eno -Hui-Neng en chino- (638-713): Sexto y último Patriarca chino. Uno de los más importantes maestros del Budismo Ch’an.
[24] El espíritu que no crea ilusión, distorsión de la realidad, que está bien tal como es. Espíritu original tal como el de un recién nacido.
[25] Sangha: nombre dado a la comunidad de los monjes del Buda y, por extensión, nombre dado a las comunidades de discípulos alrededor de un maestro.
[26] Primer carro que el padre ofrece a sus hijos en la casa en llamas con los de la cabra y del antílope.
[27] Sutra del Estrado, compilación de las enseñanzas del Sexto Patriarca Daikan Eno.