Komyo: luz infinita

KOMYO: Luz infinita

 

El gran maestro Chosa Shoken de Konan (discípulo y sucesor de Nansen Fugan –Siglo IX– Llamado Shin Daichu: Gran Gato) del gran reino de los Sung, enseñó un día a la asamblea:

El universo entero en las diez direcciones es el ojo de un monje (Sramana).
El universo entero en las diez direcciones es el discurso cotidiano de un monje.
El universo entero en las diez direcciones es el cuerpo entero de un monje.
El universo entero en las diez direcciones es la luz infinita de sí-mismo.
El universo en las diez direcciones existe en la luz infinita de sí-mismo.
En el universo en las diez direcciones: no hay nada que no lo es.”

Estudiar en la práctica la Vía del Buda debe hacerse siempre en serio: no debe ser más y más lejano ni aplazado a más adelante. Pero los maestros del pasado que han estudiado KOMYO a través de tal esfuerzo son pocos. El emperador chino Komyo, de la última dinastía Han (25 – 220) –que tenía el nombre de So durante su reino y el nombre póstumo de emperador Kenso, era el cuarto hijo del emperador Kobu, fundador del reino. Durante el reino del emperador Komyo, en el décimo año de la época Eihehi (67), Kasyapa-matanga y Jiku-horan (dos monjes del centro de la India) introdujeron los primeros la enseñanza del Buda en el reino de Han. Delante de altares para quemar los Sutra derrocaron a un grupo de falsos taoístas y demostraron el poder místico de los Buda. Luego, en la época Liang durante el reino del emperador Bu de la dinastía Liang (502 – 556), el Primer Patriarca en persona viajó de India a la provincia de Koshu en el sur del mar de China. Era el legítimo heredero de la autentica transmisión del Tesoro del Ojo del Verdadero Dharma (Shobogenzo) y la vigésimo-octava generación de los descendientes en el Dharma de Shakyamuni Buda. En aquel tiempo colgó su bastón de viaje en el templo de Shorin-ji de la cima Shoitsu-ho de la montaña Su-zan. Transmitió auténticamente el Dharma al Segundo Patriarca, el Maestro Zen Taiso. Era la experiencia directa de la luz infinita de los Patriarcas budistas. Antes de eso nadie había visto u oído hablar de la luz infinita de los Patriarcas. ¿Cómo pudiera alguien conocer su propia luz infinita? Incluso si encontraran por causalidad esta luz infinita haciéndola bonita a través de la mente, no la estudiaron en la experiencia con sus propios ojos. Por consiguiente, no aclararon si la luz infinita es larga o pequeña, cuadrada o redonda, y no aclararon si se pliega o se despliega, si está concentrada o por el contrario irradiada. Como odiaban encontrarse con Komyo, Komyo se hizo más y más lejana y aplazada más adelante de Komyo. Esta antipatía –aunque sea ella misma Komyo– está limitada por la antipatía. Las bolsas de pieles apestosas, quienes son más y más lejanos y que lo aplazan a más adelante, sostienen las opiniones y puntos de vista siguientes: “La luz del Buda y la luz infinita del sí-mismo debe ser roja, blanca, azul y dorada, como la luz de un fuego o la luz sobre el agua, como la luz de una perla o la luz de una joya, como la luz de los dragones y de los dioses, como la luz del sol y de la luna.” Aunque a veces siguen buenos consejeros y a veces siguen los Sutra, cuando oyen una enseñanza oral a propósito de Komyo piensan que esta luz deberá ser como la luz de una luciérnaga. Esto no es estudiar en la práctica con los ojos y el cerebro. Desde las dinastías Han, Sui, Tang y Sung hasta el día presente hubo numerosas corrientes así. No estudiéis a partir de la literatura de los instructores del Dharma. Y no escuchéis las explicaciones extravagantes de los maestros Zen.

El Komyo de los Patriarcas budistas mencionado más arriba es el Universo entero en las diez direcciones; es la totalidad de los Buda y la totalidad de los Patriarcas; es los Buda solos junto con todos los Buda; es el estado de luz infinita de los Buda y el estado brillante de Buda. Los Patriarcas budistas ven los Patriarcas budistas como Komyo. Practicando y experimentando Komyo se vuelven Buda, se sientan como Buda y experimentan Buda. Por esta razón existe la expresión siguiente: “Esta luz ilumina las dieciocho mil tierras de Buda en el Este”. Es la luz en palabras (Wato: palabras, comentarios, conversaciones. También significa Koan). Esta luz concreta, real, es la luz del Buda. La iluminación del Este es la iluminación del Este. El Este está más allá de las doctrinas profanas de este lugar o de aquel lugar; es el corazón de la doctrina del Dharma y el centro de un puño. Incluso si la palabra “Este” restringe el Este, está describiendo cuatro kilos de Komyo. Debemos estudiar en la experiencia el principio: el Este existe en esta tierra, el Este existe en las otras tierras y el Este existe en el Este. Lo mismo en relación con el sentido de “dieciocho mil “ (la forma de contar en China y Japón es con unidades de mil; dieciocho mil son diez mil más ocho unidades de mil), diez mil es la mitad de un puño y es la mitad de una mente aquí y ahora; no es siempre una cuestión de diez unidades, mil o miríadas de cien miríadas de miríadas y más. “Las tierras de Buda” significa el interior de los ojos. Si cuando vemos y oímos las palabras “iluminando el Este” suponemos y aprendemos que es como una línea de seda blanca que está extendiéndose hacia el Este, no es el estudio de la verdad. El Universo entero en las diez direcciones no es otra cosa que el Este. El Este se llama el Universo entero en las diez direcciones. Sobre esta base el Universo en las diez direcciones existe. Y con las palabras que lo expresan como el Universo en las diez direcciones oímos el sonido de “las dieciocho mil tierras de Buda”.

El emperador Tang Kenso es el padre de los dos emperadores Bokuso y Senso y el abuelo de los tres emperadores Keiso, Bunso y Buso (entre el periodo de 806 y 846.) Siguiendo su devota demanda, las reliquias del Buda son traídas a su palacio para las ceremonias de donación y (la historia sigue), durante la noche, irradian luz. El emperador está rebosante de alegría. Toda la corte le dirige cartas de felicitación diciendo: “es la repuesta de lo sagrado a la virtud sagrada de Su Majestad”. Pero hay uno de ellos, Kan Yu Bunko -su nombre de pluma es Taishi (uno de los ocho más famosos letrados de la dinastía Tang) que en el pasado había estudiado en la fila de atrás de la Sangha de los Patriarcas budistas. Sólo Bunko prescinde de escribir la carta de congratulación. El emperador Kenso le pregunta: “Toda mi corte ha escrito una carta de congratulación. ¿Por qué no has escrito una carta de congratulación?”. Bunko contesta: “Su humilde servidor ha visto leyendo los textos budistas que la luz del Buda no es ni azul ni amarilla ni roja ni blanca. Esta luz era sólo la luz que guardan los reyes dragones.” El emperador pregunta: “¿Qué es la luz del Buda?” Bunko no contesta. (Shinji Shobogenzo 2/ 73)

Este Bunko, aunque sea un laico, tenía el espíritu de un tipo valiente. Se puede decir de su talento que podía girar los cielos y revolucionar la tierra. Un estudio así es el punto de partida para aprender el estado de la verdad. El estudio que no es así no es el estado de la verdad. Incluso si nuestra lectura de los Sutra produce una caída de flores del cielo, si no hemos llegado a esta verdad es un esfuerzo vano. Incluso si estamos en los Diez Estados Sagrados o los Tres Estados Sabios, si podemos retener la larga lengua en la boca tal como Bunko, esto es el establecimiento del deseo y la practica-experiencia. Sin embargo, Kan-Bunko, hay algo en los textos budistas que no has visto o oído. ¿Cómo has entendido las palabras siguientes: “La luz de Buda no es azul, amarilla, roja o blanca?”. Si tienes la habilidad para entender cuando miras al azul, amarillo, rojo y blanco que no son la luz de Buda, entonces luego cuando miras la luz del Buda nunca debes verla como azul, amarilla, roja o blanca. Si el emperador Kenso fuera un Patriarca budista hubiera perseguido tal clase de preguntas. En resumen, el Komyo que es completamente evidente es los centenares de hierbas. El Komyo de los centenares de hierbas es ya sus raíces, sus tallos, pequeñas ramas, hojas, flores, frutos, luz y color –nunca es algo añadido o quitado. Existe el Komyo de los cinco mundos y el Komyo de los seis mundos: puede ser que es sólo el sitio donde lo inefable existe. La expresión que explica la luz y explica Komyo puede ser: “¿Cómo es que las montañas, los ríos y la tierra súbitamente aparecen?” (cf. Roya Ekaku en cap. 9 Keisei Sanshiki ).

Debemos estudiar minuciosamente en la práctica las palabras dichas por Chosa: “El Universo entero en las diez direcciones es el Komyo del sí-mismo.” Debemos aprender el sí-mismo que es Komyo como el Universo en las diez direcciones. Vida y muerte, ir y venir son el ir y venir de Komyo. La trascendencia de lo común y la trascendencia de lo sagrado son los índigos y los bermellones de Komyo. Haciéndose Buda y haciéndose Patriarca son los negros y los dorados de Komyo. La práctica y la experiencia no son no existentes, son Komyo teñido (cf, maestro Nangaku Ejo, cap. Senjo.). Hierbas, árboles, vallas y paredes; piel, carne, huesos y médula son los rojos y los blancos de Komyo. Humo, niebla, agua y piedras; la vía de los pájaros, los caminos escondidos: son los ciclos en curvas de Komyo. Ver y oír el Komyo del sí-mismo es la prueba de haber encontrado directamente Buda; es la prueba de haber encontrado Buda. El Universo entero en las diez direcciones es el sí-mismo concreto y el sí-mismo concreto es el Universo en las diez direcciones . No hay posibilidades de evasión. Si hubiera un lugar de evasión, es la carretera enérgica de rechazar el cuerpo. Los dos metros de cráneo y huesos presentes aquí son sólo la forma y la imagen del Universo entero en las diez direcciones. El Universo entero en las diez direcciones que practicamos y experimentamos en el budismo es el cráneo y los huesos, el cuerpo físico, la piel, la carne, los huesos y la médula.

El gran maestro Daiji-un Kyoshin de la montaña Unmon (864 – 949) es de la trigésima novena generación descendiente del Honrado del Mundo Tathagata. Sucedió en el Dharma al gran maestro Shinkaku de Seppo. Aunque sea de menor antigüedad en el séquito del Buda, es un héroe en el linaje del Patriarca. ¿Quién pudiera decir que en la montaña Unmon ningún Buda brillante se manifestó en el mundo? Un día durante una conferencia en el vestíbulo del Buda, enseña a la asamblea: “Cada ser humano posee totalmente Komyo. Cuando lo buscamos está invisible, escondido en completa oscuridad. ¿Precisamente, qué es el Komyo qué está presente en todos los seres?” La asamblea de los monjes no efectúa ninguna respuesta. Unmon mismo contesta en su lugar: “El vestíbulo de los monjes, el vestíbulo del Buda, la cocina y las tres puertas.”

Las palabras presentes del Gran Maestro “Cada ser humano posee totalmente Komyo” no dicen que el Komyo aparecerá en el futuro, ni que Komyo estaba aquí en el pasado, ni tampoco que Komyo es la realización de algún curioso (u observador). Afirman que cada ser humano posee de forma natural Komyo -debemos oír esto claramente y retenerlo. Unmon trae juntos cien mil Unmon, dejándolos experimentar el mismo estado y dejándolos hablar, con una misma voz de una sola boca. “Cada ser humano posee totalmente Komyo” . Unmon no arrastra estas palabras fuera de él mismo; el Komyo de cada ser humano está reunido y dicho. “Cada ser humano posee totalmente Komyo” significa que toda la humanidad naturalmente es Komyo. El Komyo significa todos los seres vivos. El Komyo reúne bien el Komyo y lo hace dentro de lo objetivo y de lo subjetivo (traducción literal no clara) ¡Puede ser que el Komyo posee totalmente cada ser humano! Komyo es de forma natural cada ser humano; cada ser humano posee de forma natural cada ser humano; cada momento de Komyo posee de forma natural cada momento de Komyo; cada momento de la existencia posee totalmente cada momento de existencia y la existencia de cada momento de totalidad posee cada momento de totalidad. Entonces recuerdas que el Komyo que cada ser humano individual posee totalmente es el ser humano individual realizado y es el ser vivo individual que posee totalmente cada estado de Komyo individual. Ahora vamos a preguntar a Unmon: ¿Qué quieres decir exactamente por “ser humano”? ¿Qué quieres decir por ese “Komyo”?. Esta pregunta es la luz de Komyo que mata todo tipo de comentarios. Sin embargo cuando las palabras son dichas así, cada uno de los seres humanos es un estado individual de Komyo. Los monjes de la asamblea no hicieron ninguna respuesta. Aunque tenían miles de expresiones de la verdad, hablaron con el medio de la no-respuesta. Este estado es el Tesoro del Ojo del Verdadero Dharma y el hermoso espíritu del Nirvana transmitido auténticamente por los Patriarcas budistas.

Unmon poniéndose en el lugar de la asamblea dice: ”El vestíbulo de los monjes, el vestíbulo del Buda, la cocina y las tres puertas.” Las palabras expresadas ahora: “Poniéndose en el lugar” significan, poniéndose en el lugar de Unmon, poniéndose en el lugar de la asamblea, poniéndose en el lugar de Komyo, y poniéndose en el lugar del vestíbulo de los monjes, el vestíbulo del Buda, en la cocina y en las tres puertas. Pero ¿qué quiere decir Unmon cuando habla de “el vestíbulo de los monjes, el vestíbulo del Buda, la cocina y las tres puertas”? No debemos llamar a la asamblea y a cada uno de los seres humanos que contiene el vestíbulo de los monjes, el vestíbulo del Buda, la cocina, las tres puertas. ¿Cuántos vestíbulos de los monjes, vestíbulo del Buda, cocina y tres puertas están aquí? ¿Debemos verlos como lo ve Unmon? ¿Debemos verlos como los siete Buda? ¿Debemos verlos como cuatro veces siete (veintiocho Patriarcas)? ¿ Debemos verlos como dos veces tres (los seis Patriarcas chinos)? ¿Debemos verlos como un puño? Debemos verlos como cejas? Aunque los mencionados más arriba vestíbulo de los monjes, vestíbulo del Buda, cocina y tres puertas son un Patriarca budista, no son inmune a cada ser humano individual. Por lo tanto, están más allá de cada ser humano individual[1]. Una vez que se han vuelto así, hay momentos en que hay vestíbulos del Buda sin Buda[2], y hay momentos de ser sin Buda en que no hay vestíbulos del Buda[3]. Hay Buda que tienen la luz; hay Buda luminosos que están sin; hay la luz de Buda estando sin, y hay la luz del Buda que es la existencia. (es bonito pero ¡qué difícil de expresar!)

El gran maestro Shinkaku de Seppo enseña a la asamblea: “ Enfrente del Vestíbulo de los monjes os he encontrado a todos.” Es exactamente el momento en que el cuerpo entero de Seppo es el Ojo, es el momento en que Seppo alcanza a ver Seppo, y es el Vestíbulo de los monjes encontrando el Vestíbulo de los monjes.

Refiriéndose a esto, Hokufu pregunta a Gako (son dos sucesores de Seppo):
“Dejemos de lado por un momento la parte delantera del Vestíbulo de los monjes. ¿Dónde vamos encontrar el pabellón de Boshu-tei o el pico de Useki [4]?” Gako vuelve corriendo al alojamiento del abad. Hokufu entra directamente en el Vestíbulo de los monjes.

El presente volver al alojamiento del abad y entrar en el Vestíbulo de los monjes es tener el cuerpo libre como un comentario (¡¿), es la verdad del estado de encontrarse uno a otro y es el Vestíbulo de los monjes que se encuentra a sí mismo.

El gran maestro Shin-o (Rakan Keishin, sucesor de Gensha) del templo de Jizo-in dice: “El Tenzo entra en la cocina.” Ese comentario es un asunto delante de los siete Buda.
Shobogenzo Komyo

Enseñado a la asamblea del templo de Kannon-kosho-horin-ji, en el cuarto periodo de la noche del segundo día del sexto mes lunar del año 1242. Durante este tiempo, la lluvia de la estación húmeda cae sin parar, las gotas goteando sin fin en los canalones. Sólo ¿qué es Komyo? Los monjes de la asamblea no pueden evitar ser perforados por las palabras de Unmon.

Notas:

[1] Como los edificios del templo son la realidad (tienen el estado objetivo universal de un patriarca budista y  al mismo tiempo están abiertos a las diferentes percepciones subjetivas de cada ser humano) están más allá del sujeto.

[2] Por ejemplo, un templo donde las ceremonias están hechas para el provecho.

[3] MUBUTSU: “ ser sin buda”, ver Shobogenzo 22: Bussho: Reiun cuando vio el melocotonero en flor y se despertó.

[4] Dogen hace referencia a la parte anterior de la frase de Seppo « … en el pabellón de Boshu-tei os he encontrado, en el pico de Useki-rei os he encontrado. » Son dos lugares próximos del templo de la montaña Seppo.